"busquenme".marzo ,mes de la memoria

DE ACHA, CLAUDIO. El día 15 de Setiembre de 1976, entre las dos y las tres de la madrugada, Claudio fue privado de su libertad en su domicilio ubicado en calle Diagonal 73 Nº 2539 de La Plata, por un grupo armado que se identificó como del Ejército. Antes de matarlo lo tuvieron clandestinamente en cautiverio en la Brigada de Investigaciones de Banfield, perteneciente a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, sitio que dependía operacionalmente del Primer Cuerpo de Ejército. Fue uno de los asesinados en lo que luego se llamo “La Noche de los Lápices”. Tenía tan solo 17 años. Había nacido el 21 de Setiembre de 1958 en el Barrio de Los Plátanos. Sus padres eran marxistas. Claudito –al que ya le decían de sobrenombre “Mao”, por sus ojos achinados- era hincha de Estudiantes de La Plata, se deleitaba escuchando a Sui Generis y Los Beatles, pero también vibraba con el folclore latinoamericano y el buen cine. Y tenia el raye de la lectura; hasta lo hacia cuando se desplazaba en su bicicleta o caminando, lo que ocasionaba mas de una situación disparatada. En el Nacional, de La Plata, el equipo psicopedagógico de su escuela hizo un test y preguntaron a los alumnos que anhelaban más para el futuro. Muchos de ellos contestaron dinero suficiente, una casa grande o un coche importado. Claudio: “que no haya guerras ni hambre en el mundo”. Ingresó a este Nacional en 1972. El asesinato de prisioneros políticos en el sur de nuestro país, que se conociera como la “Matanza de Trelew” el 22 de Agosto de ese mismo año, lo impulsaron a militar, a pasar a la acción, como única manera posible de que la dictadura retrocediera. Y opto por el peronismo montonero a través de su brazo secundario, la UES creada un año mas tarde. Esta decisión le valió una discusión política fuerte con sus padres. Saldo la discusión con estas palabras: “Viejos, yo no llego al peronismo desde lo afectivo, desde lo emocional, yo estoy ahí por mi formación marxista. Ya es hora de que la izquierda en nuestro país entienda la cuestión nacional”… El 16 de Setiembre de 2004 se le dio su nombre a un aula del Colegio Nacional de la UNLP. CARPANI, RICARDO. Nació el 11 de Febrero de 1930 en el Tigre. Su abuelo, su padre y su tía pintaban. Expuso sus cuadros por primera vez en 1957, después formo parte del mítico “Movimiento Espartaco”, que lo tuvo entre sus integrantes hasta 1961. A partir de esa experiencia, durante más de 35 años, aporto su arte y su militancia política a divulgar, expresar y reclamar en cuanta experiencia, organización y lucha del movimiento nacional, popular y revolucionario hubo en Argentina. Desde un afiche por un nuevo aniversario de la muerte del Ché a otro reclamando por la suerte del obrero metalúrgico peronista Felipe Vallese; desde el repudio a la visita a nuestro país del capitalista yanqui millonario Rockefeller hasta carteles para explicar el Plan de Lucha de la CGT a mediados de los 60 y más acá en el tiempo para saludar el lanzamiento de la CGT de los Argentinos de Raimundo Ongaro…En 1974 se exilio en España y desde allá siguió luchando contra la última dictadura militar que asolo nuestra patria. Conjuntamente con Julio Cortázar, Mario Benedetti y otros intelectuales integro el Comité de la Comisión Argentina de Defensa de los Derechos Humanos (CADHU). Regreso diez años más tarde. Falleció el 9 de Setiembre de 1997 por un cáncer de garganta…En un reportaje que le hicieron en Noviembre de 1972, Ricardo, dejó constancia de sus principios: “A mi entender la nación no constituye una entelequia flotante como espíritu absoluto, separado de quienes constituyen la nación real. La nación real está constituida por nosotros y especialmente por aquellas fuerzas activas que la crean y recrean constantemente: me estoy refiriendo a la clase trabajadora. Por lo tanto, si hablamos de un arte nacional tenemos que hablar de un arte social, y si hablamos de un arte social tenemos que hablar necesariamente de un arte político. Yo creo además, que lo nacional se define por un hecho bien concreto, que es la lucha antiimperialista, dado que los imperialismos impiden nuestra realización como Nación”… HERRERA LEÓN, ALVARO. Era un muchacho de nacionalidad colombiana que estudiaba en la Facultad de Filosofía y Letras de esta ciudad. Allí milito en la JUP y debido a su compromiso político ascendente pasó a Montoneros y a desempeñarse en el ámbito fabril. Secuestrado-desaparecido el 13 de Mayo de 1977. Fue visto con vida en el centro de detención Club Atlético. Sus compañeros lo recuerdan como un tipo gracioso y querible en partes iguales y siempre rodeado de todo tipo de libros en la pequeña habitación donde estudiaba, dormía y hacía el amor. ESCRIBANO, JORGE JUAN. Uno de los primeros militantes montoneros. Provenía del Integralismo, en la Universidad Nacional de Córdoba. Fue muerto en un enfrentamiento por la policía provincial en Adrogué, Provincia de Buenos Aires, el 29 de Mayo de 1972 a los 26 años de edad, junto a su compañero y amigo Gerardo Burgos(…) Lo que sigue es un párrafo de la ultima carta que le escribió a sus Viejos desde la clandestinidad: “Si algún día llegan a entender bien o sentir como propio lo que yo elegí, pienso que se quedaran bastante tranquilos, o al menos, de alguna forma, llegarán a ser felices como yo, no porque me haga feliz esta vida, sino por la inmensa alegría de saber que todavía somos capaces de hacer algo por nuestro prójimo… Creo que lo más importante no es pensar si hoy o mañana nos vamos a morir, sino pensar cada noche si durante el día hicimos todo lo posible para seguir construyéndonos como hombres, como seres humanos. Si es así, no me importa que dure hasta mañana, pasado o hasta siempre, porque prefiero una conciencia limpia, aunque me dure tres meses y no la mera subsistencia, en la indiferencia y el desprecio a los que nos rodea”. FERRARI, ARIEL ADRIÁN. “Felipe” Ferrari era un militante peronista enrolado en Montoneros, nacido el 7 de Junio de 1951. Cuando lo trataron de agarrar con vida se resistió a su secuestro y el oficial de Marina Astiz lo mató. Fue el 27 de Febrero de 1977. Llevaron su cuerpo a la ESMA ya sin vida. Hijo del contestario artista plástico León Ferrari; un censurado permanente de la jerarquía eclesiástica. Sobre la militancia de su hijo afirma León: “Él era montonero militante. A mi no me avergüenza bajo ningún concepto decir que Ariel era montonero. Respete siempre su ideología, compartí sus principios y me ha sentido y me siento orgulloso de mi hijo. No voy a negar que a veces tuve miedo por él, por su integridad física, pero Ariel era muy firme en sus convicciones y jamás hubiera depuesto su actitud. Era un muchacho valiente”. Eso explica que cuado toda su familia amenazada se exilió, él se quedó aquí para seguir la lucha junto a sus compañeros peronistas contra la dictadura militar. No quiso irse bajo ningún concepto. ÁVILA, FERNANDO ALFREDO. Su padre era presidente del Colegio de Escribanos, a su hijo lo conocían como “El Pibe”. Cuadro de la UES en la Escuela Superior de Comercio “Manuel Belgrano” de Córdoba (…) En su casa la señora que ayudaba en las tareas domesticas (María) no podía secar los platos porque inmediatamente se acercaba Fernando y hacía esta tarea como una manera de aliviarle la jornada de trabajo. Tali, hija de María, una adolescente, le preguntó a Fernando porque tenía esos gestos tan humanos con su madre. Él le respondió: “Es muy sencillo. Un militante como yo debe ser buen hijo, un excelente trabajador, eximio estudiante; ser en fin, un hombre diferente, un hombre nuevo y sobre todo solidario con su prójimo mas necesitado y tu vieja esta en esa categoría”. Tali cuando tuvo un par de años mas, ya en el secundario, se sumó a las filas de la UES; Ávila la había ganado con su ejemplo (…) Fue secuestrado-desaparecido el 24 de Febrero de 1978 en Capital Federal. LOVAZZANO, MIRTA BEATRIZ. Organizaba los campamentos en el Colegio Nacional Buenos Aires, donde estudiaba y era muy querida y respetada por sus compañeros. Militaba además en la UES y fue secuestrada-desaparecida por la siniestra dictadura militar el 29 de Mayo de 1976… Ella le escribió a su colegio “Y de repente me lleno de bronca/ como vos te estas llenando de lluvia/ porque te están engañando/ y nos están engañando/ con falsas palabras de orden y normalización/ cuando hay 24 compañeros/ míos y de todos/ compañeros de lucha/ privados de su derecho a llenar las aulas/ y de repente me lleno de bronca/ porque ya no se pueden ver/ en tus claustros la alegría y la armonía/ del trabajo de mas de dos mil compañeros/ míos y de todos/ comprometidos con una lucha/ dispuestos a ponerte al servicio de la Liberación…” Todos los textos que acabamos de leer han sido tomados del libro “La Memoria de los de Abajo, 1945-2007, Hombres y Mujeres del Peronismo Revolucionario, Volumen 1”; escrito por el querido Compañero Roberto Baschetti. Decidimos seleccionar estas historias de vidas y trascribirlas a modo de homenaje a todos aquellos seres humanos que lucharon por un País como el que los nosotros (que somos y nos parecemos) cada día damos batalla. Titulamos este pequeño aporte a la Memoria Colectiva del modo que lo hicimos (Nadie es Perfecto) NO porque pretendamos hacer hincapié en las falencias de los que nos antecedieron en la lucha; por el contrario, lo hicimos con el afán de romper la artimaña de los cobardes y los mediocres; que buscan convertir a nuestros combatientes en mitos y súper héroes que casi casi ni iban al baño, para así transformar su compromiso con la Liberación de nuestra Gran Patria Latinoamericana en algo inalcanzable, y sobre todo por lo que ya no vale la pena volcarse a la militancia. A todos los/as Compañeros/as los emparentaba, más allá de la pertenencia política, las mismas debilidades y placeres de cualquier ser humano: la familia, el club de sus amores, la cultura popular, el odio ante la injusticia, las ganas de alguna vez hacer el amor en un atardecer en la playa. Eran personas comunes asumiendo las responsabilidades que corresponden a todo/a revolucionario; y sin olvidar ni por un instante que el motor de la Revolución es el Amor. Por otra parte deseamos que esta recopilación también sirva de aporte para combatir el discurso del enemigo antiperonista; el cual reza que nuestros cumpas de las etapas anteriores (que combatieron a las distintas dictaduras) marchaban sin convicciones tras la ambición de poder de un general bonapartista y tirano; y por lo mismo, son merecedores del genocidio que sobre ellos y ellas se ha perpetrado. “Yo no me rindo. Yo no colaboro. Mi nombre es Norma Esther Arrostito. Mi nombre de guerra es Gaby. Mi grado es Capitán del Ejercito Montonero. Esta es la única información que les pienso brindar” 30.000 Compañeros/as detenidos desaparecidos PRESENTES

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