Seis siglos del natalicio de Juana de Arco
En el 600 aniversario de su natalicio, ocurrido el 6 de enero de 1412, se rinde homenaje a la Doncella de Orleáns, Juana de Arco, símbolo de resistencia para el pueblo galo contra el ejército inglés en la Guerra de los 100 años.
Nacida en el poblado de Domrémy, en el seno de una familia campesina acomodada el 6 de enero de 1412, Juana de Arco fue criada en medio de un sangriento conflicto enmarcado en la Guerra que enfrentó al delfín (Título que se daba al primogénito del rey de Francia) Carlos, hijo de Carlos VI de Francia, con Enrique VI de Inglaterra, por el trono francés.
.El heredero al trono, no sin haberla hecho examinar por varios teólogos, accedió a confiarle el mando de un ejército de cinco mil hombres, con el que consiguió derrotar a los ingleses y levantar el cerco de Orleáns, el 8 de mayo de 1429.
Posteriormente, realizó una serie de campañas victoriosas que franquearon al delfín el camino hacia Reims y permitieron su coronación como Carlos VII de Francia (17 de julio de 1429).
Acabado su cometido, Juana de Arco dejó de oír sus voces interiores y pidió permiso para volver a casa, pero ante la insistencia de quienes le pedían que se quedara, continuó combatiendo, primero en el infructuoso ataque contra París de septiembre de 1429, y luego en el asedio de Compiègne, donde fue capturada por los borgoñones el 24 de mayo de 1430.
Entregada a los ingleses, Juana de Arco fue trasladada a Ruán donde fue juzgada por un tribunal eclesiástico acusada de brujería, con lo cual se pretendía presentar a Carlos VII como su seguidor para desprestigiarlo.
Tras un proceso inquisitorial de tres meses, fue declarada culpable de herejía y hechicería; pese a que ella había defendido siempre su inocencia, acabó por retractarse de sus afirmaciones, lo que le permitió conmutar su sentencia de muerte por la de cadena perpetua.
Sin embargo, recusó la abjuración y reafirmó el origen divino de las voces que escuchaba, por lo que fue condenada a la hoguera y ejecutada el 30 de mayo de 1431 en la plaza del mercado viejo de Ruán.
En 1456 Juana de Arco fue rehabilitada solemnemente por el Papa Calixto III, a instancias de Carlos VII, quien promovió la revisión del proceso. Considerada una mártir y convertida en el símbolo de la unidad francesa, fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920, año en que Francia la proclamó su patrona.
Durante los siglos posteriores a su muerte, la llamada Doncella de Orleáns se convirtió en el espíritu de Francia de tal forma que el 30 de mayo, fecha en que fue ejecutada, está dedicado a honrar su memoria y cuya historia ha sido contada a través de poemas, libros, obras de teatro y cine.
(Fuente: Abreviado de nota de Notimex/La Jornada)










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