Jean Ziegler:Los Nuevos Amos del Mundo.TERCERA PARTE

 



TERCERA PARTE

 

LOS MERCENARIOS

Arriba y abajo son dos lenguajes,

Dos pesos, dos medidas

Los hombres tienen el mismo rostro

Y ellos no se reconocen más

Pero los que están abajo son mantenidos abajo

Para que permanezcan arriba los que ya están ahí


Bertolt Brecht

Santa Juana de los Mataderos


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LA OMC COMO MÁQUINA DE GUERRA

Habitamos un mundo donde es infinitamente más grave violar una regla

de Comercio Internacional que un derecho humano. La Organización Mundial

de Comercio (O.M.C.) es sin lugar a dudas la máquina de guerra más

eficiente en manos de los depredadores.

Gracias a la unificación progresiva de los mercados, el volumen de

comercio mundial ha aumentado sin cesar y de manera cada vez más rápida

en estos últimos diez años. Al mismo tiempo cambia la estructura del

comercio mundial; otorgando un lugar cada vez más privilegiado a las

sociedades transcontinentales privadas.

Entre 300 y 500 empresas norteamericanas, europeas y japonesas

dominan el comercio.

- Un tercio del total del Comercio se efectúa al interior de las mismas

sociedades transcontinentales, que están organizadas de manera

descentralizada. La mayor parte de sus instalaciones de negocios,

usinas, sociedades de comercio y otros (profit – centers) funcionan

de manera casi autónoma y comercian entre ellas o con el holding

matriz.

- Otro tercio del comercio se efectúa entre las sociedades

transnacionales.

- Solo un pequeño tercio de intercambio de bienes y servicios se

efectúa en el sentido clásico del término: intercambio entre Estados,

entre empresas con mayor parte de capital nacional.

No es de extrañar que la OMC sea la exacta visión del mundo de los

Señores del Capital mundializado: la mundialización como la libertad para los

grupos financieros para invertir donde les parezca, por el tiempo que les

parezca, para producir lo que quieran, aprovisionándose o vendiendo donde

les sea conveniente; soportando las nuevas restricciones posibles en materia

de derechos del trabajo y convenciones sociales.

La OMC sucedió al GATT, mejorando y ampliando sus objetivos

fundamentales: promover la liberalización más extensa posible en materia de


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circulación de capitales, de mercancías, de servicios, etc. Pero existe una

diferencia fundamental entre el GATT y la OMC. El GATT era una simple

unión aduanera, en tanto que la OMC es una organización interestatal con

amplio poder de coerción y de sanción; que fija las reglas del Comercio

Mundial, extendiendo su ámbito a diferentes esferas y productos. Es una

formidable máquina de guerra al servicio de los depredadores.

Es una organización eminentemente administrativa, un conjunto de

convenciones comerciales en evolución permanente, en “perpetuo proceso

de negociación”.

La OMC con sede en Ginebra, funciona con diversos comités y

reuniones de los embajadores permanentes que mundialmente representan a

los Estados y Compañías poderosas.

El objetivo principal de la OMC en sus negociaciones es la reducción

del Poder del Estado y del Sector público en general. La desregulación y la

privatización son sus principales instrumentos.

Los Estados que tienen un carácter frágil, una industria naciente, tienen

interés en mantener barreras aduaneras para proteger su economía. Pero

¿tienen posibilidad real de oponerse a la OMC? La respuesta es NO: USA,

Canadá, Japón y la Unión Europea controlan el 80% del Comercio Mundial.

Resistir a sus presiones equivale a un suicidio.

En algunas ocasiones se han logrado ciertos acuerdos en países

africanos para defenderse de los cultivos transgénicos que no le permiten al

campesinado tener semillas de su cosecha para el próximo período o

defenderse del monopolio farmacéutico, incluso de productos que son parte

de su cultura. Generalmente estas iniciativas han fracasado.

La OMC, actúa ciertamente en representación de los Estados; para que

sirvan los intereses de las grandes compañías transnacionales que dominan

las respectivas economías nacionales. Es la racionalidad de las

transcontinentales lo que domina; jamás la de los pueblos, ni de sus

respectivos estados. Sus grandes ejecutivos aspiran a un mundo en que la

mano invisible del mercado pueda resolver todos los problemas de la pobreza

y de la riqueza, de la salud y la enfermedad, de la supervivencia y del

hambre.

Los países del Norte subsidian los productos agrícolas y a sus

agricultores y de esta forma invaden a los países pobres con sus excedentes

agrícolas que llegan a precio mucho más bajo que los que tienen los países


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pobres. Muy escasamente los productos agrícolas de los países pobres

pueden llegar a un mercado del Norte.

Otro gran negocio que impone la OMC es la “biopiratería” que favorece

a las grandes multinacionales farmacéuticas, con la imposición de patentes

exclusivas que impiden a los países pobres elaborar fármacos a bajo precio

para hacer frente a sus necesidades. Un caso emblemático es la triterapia

contra el SIDA, que es monopolio de grandes compañías, que fijan precios

inalcanzables para los enfermos de países pobres.

Tanto la estructura de la OMC como los mecanismos para resolver las

diferencias o conflictos en el comercio, están diseñados de tal manera que

los hace muy onerosos y difíciles para los países pobres; que además no

cuentan con representación permanente ni con los expertos necesarios que

los representen en los órganos de la OMC.

En general, en la OMC los países ricos deciden y los países pobres los

siguen y muy excepcionalmente logran ganar algún litigio menor; pero jamás

logran sacarse la camisa de fuerza que les colocan las disposiciones de las

sociedades transcontinentales privadas.


?

Descartando expresamente las solicitudes de los movimientos

ecologistas y de las organizaciones solidarias del Tercer Mundo, los

Señores del mundo han rehusado incluir en la carta de la OMC una

cláusula social y una cláusula ecológica. Estas dos cláusulas habrían

por tanto permitido excluir la libre circulación de mercancías producidas

en condiciones sociales o ecológicas intolerables.


T

OMEMOS DOS EJEMPLOS:

- En el Valle de Indus en Pakistán se confeccionan alfombras con finos

hilos de seda. En su elaboración trabajan niños menores de 15 años

con salarios miserables. Deben ser niños y niñas pequeños porque se

necesitan dedos finos para tejer los delicados hilos y además el trabajo

es dañino para la vista; muchos niños quedan ciegos y los patrones los

devuelven a sus familias. Estas alfombras se venden a precio de oro en

París, N. York o en Londres.

- En China, donde se practica el capitalismo salvaje con un Estado

poderoso; hay cientos de miles de prisioneros políticos, religiosos o de

etnias excluidas que trabajan en grandes campos encerrados

produciendo piezas para los artículos electrodomésticos que luego son


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vendidos por el Estado Chino en Corea, Japón o Singapur. Gracias a la

OMC estos productos del trabajo esclavo tienen libre acceso al

mercado mundial.

Susan George resume a través de una hermosa formula el “pecado

original” de la OMC: “la realidad del comercio actual se explica así: una vez

que un producto llega al mercado, pierde todo recuerdo de los abusos que se

han cometido en su elaboración, tanto en el plano humano como en el de la

naturaleza”.

Los dirigentes de la OMC están muy orgullosos de lo que ellos llaman

“la democracia integral” en la que se requiere el acuerdo de la totalidad de los

miembros para adoptar una decisión importante. Lo que aparentemente es un

gran logro, si lo miramos de cerca nos damos cuenta de que se trata de una

hipocresía total: los Estados del Norte y las transcontinentales controlan el

82% del Comercio total del mundo. Es así como ellos ocupan una posición

dominante sin contrapeso en la OMC y pueden determinar la tempestad o el

buen tiempo desde su fortaleza en Ginebra. Si algún estado de la periferia

tuviera la osadía de oponerse, es víctima de las presiones y exigencias de

restauraciones o compensaciones bilaterales.

El chantaje que ejercen permanentemente los ricos contra los pobres

aseguran la “unanimidad” de la fachada de la OMC, la famosa “Democracia

Integral”.


?

En una entrevista a Mike Moore, uno de los grandes líderes de la OMC,

al preguntársele acerca de las grandes lecciones que se podían obtener del

fracaso de la reunión ministerial de Seattle en diciembre 1999, respondió: “la

agenda era demasiado ambiciosa y los objetivos de cada país eran muy

dispares. Eso exige muchas concesiones de una parte y de la otra... a esto

hay que agregar que los países que no tienen misión permanente en

Ginebra, no pueden comprender las encrucijadas de Seattle.

Mike Moore dijo claramente: los que no tienen los medios financieros

necesarios para participar realmente en la vida internacional, los expoliados,

no pueden comprender jamás nada de los aspectos centrales de la OMC.

Moore no está del todo equivocado en sus apreciaciones: la parte del

Comercio mundial asegurada por los 49 países más pobres del mundo, se

elevó exactamente al 0,5% del total, según los estudios de la conferencia de

la ONU sobre el Comercio y el desarrollo: CNUCED.


54


Una formidable hipocresía gobierna las relaciones entre las potencias

dominantes de la OMC y los países desprotegidos. Los acuerdos que estos

últimos están obligados a suscribir les imponen de hecho “un desarme

económico unilateral”.

Sometidos a la liberalización forzada de sus economías, estos países

deben abrir sin restricción sus territorios para las implantaciones de usinas

extranjeras y la importación de bienes, capitales y patentes.

Ningún país se ha desarrollado por la simple virtud del libre intercambio.

Para que una industria naciente pueda vivir y desarrollarse, el país que la

tiene debe tener el derecho de protegerla a través de impuestos aduaneros

para los productos extranjeros que son competencia. Esto lo prohíbe la OMC.

La mayor parte de los países pobres son agrícolas y representan el

87% de los países del mundo. Los países del Norte, con un poder de compra

elevado, cierran sus fronteras y mercados a los productos agrícolas y agroalimentarios

del sur.

Simultáneamente los países ricos subvencionan la producción y la

exportación de sus productos agrícolas, estos bienes excedentes se dirigen

al Tercer Mundo procurando la destrucción de las frágiles estructuras

agrícolas autóctonas.

La fuente que genera la miseria está en el abismo entre la retórica y la

realidad de un orden internacional liberal. En ningún aspecto este abismo es

tan flagrante como en el sistema comercial internacional.


C

ONCLUSIÓN

Todos estamos de acuerdo en la necesidad de que exista

comercio entre las naciones. La autarquía o el proteccionismo

total es generador de miseria. Nadie quiere atrincherarse en

sus fronteras o volver a las guerras comerciales.

Se necesita un comercio internacional con reglas,

convenciones y acuerdos entre los sectores. Nadie desea la ley

de la selva pero la hemos visto: La OMC es liberticida. Ella crea

y legitima la tiranía de los ricos sobre los pobres.

Es urgente suprimir la OMC, necesitamos reglas, pero no

las de la OMC!



55


II


U

N PIANISTA EN EL BANCO MUNDIAL

Los mercenarios de la OMC se ocupan de la circulación de los bienes

comerciales; los del Banco Mundial y del FMI se ocupan del flujo financiero.

El FMI y el Banco Mundial (BM) forman las dos más importante instituciones

de “Breton Woods”.

El término “Banco Mundial” es impreciso. Oficialmente la institución se

llama “El Grupo Banco Mundial”. Este grupo comprende al Banco para la

reconstrucción y el desarrollo, la asociación Internacional para el Desarrollo,

la Compañía financiera internacional, la agencia multilateral para la garantía

de la inversión y el Centro Internacional para la gestión de conflictos

relacionados con la inversión.

En sus propias publicaciones el Grupo utiliza el término “Banco

Mundial” para designar el Banco Internacional para la reconstrucción y el

desarrollo y la Asociación Internacional para el Desarrollo.

El Banco Mundial ejerce un poder inmenso sobre el planeta. Cubre

créditos a los países pobres, en especial para inversiones de infraestructura.

Existe una alianza estratégica entre el BM y Wall Street. Funciona con

criterios estrictamente bancarios.

Aunque parezca una ironía, una buena parte de los capitales del BM es

provisto por los Bancos Suizos, con fondos provenientes de las dictaduras o

los negocios sucios de Asia, África y América Latina.

La “época de oro” del BM se desarrolló entre 1968 – 1981, bajo la

presidencia de Robert McNamara, ex Ministro de Defensa de Kennedy y de

Jhonson.

Robert McNamara ha muerto más gente a la cabeza del BM que como

Ministro de Defensa de USA, incluida la masacre de Vietnam. Ha empujado a

los países del Tercer Mundo a aceptar las condiciones que conllevan los

créditos del BM; a transformar sus economías tradicionales con el fin de

maximizar la especulación económica y el comercio mundial. Los que se

resistían eran abandonados a su suerte.


56


El Tercer Mundo se encuentra actualmente con muchas represas

abandonadas, con rutas que están en ruina y no llevan a ninguna parte, con

edificios con oficinas vacías, con bosques y campos arrasados con deudas

monstruosas que jamás podrán rembolsar. Tales son los frutos envenenados

de la política del BM desde la época de McNamara hasta estos días. A pesar

de lo grande que fue la destrucción sembrada por este hombre en Vietnam,

fue sobrepasado durante su mandato en el Banco Mundial. No solo destruyó

aldeas, sino que destruyó economías enteras.

El director actual es James Wolfensonh, un multimillonario australiano,

banquero de Wall Street, ideólogo e imperialista de alma; es también un

artista consumado. Al comienzo fue un pianista, ahora interpreta el

violonchelo y desempeña una intensa actividad como compositor.

Uno de los planteos ideológicos del “pianista” Wolfensohn y sus

colaboradores, es lo referente a generar un gobierno mundial sin Estado y es

fiel seguidor del consenso de Washington.

La racionalidad bancaria del BM significa en la práctica la explotación

sistemática de las poblaciones pobres y la apertura obligada de los países del

Tercer Mundo a los depredadores del Capital Mundializado.

Al igual que la OMC y el FMI, el Banco Mundial es un bastión del

dogma neoliberal. Impone en todas circunstancias a los países deudores los

consensos Washington: privatización de los bienes públicos y de los Estados,

imposición del Imperio de los Nuevos Amos del Mundo.

Para hacer frente a los daños humanos y ecológicos de los grandes

proyectos que ha impuesto el BM en el Tercer Mundo, su director – pianista,

creó un “Departamento Social” encargado de evaluar el impacto de cada gran

proyecto de inversión sobre la población, el clima, la forma de vida, etc.

invitando a dar opinión a las ONG ecologistas o defender los derechos

humanos.

En la práctica, sus sugerencias o conclusiones no pueden impedir la

construcción de grandes obras, de grandes complejos industriales, arrasar

con los bosques o modificar el curso de las vías. La decisión de los

banqueros es siempre soberana.

- 0 -

El Banco Mundial ha creado ONG que se ocupan de amortiguar los

efectos sociales de las grandes inversiones en los países pobres. Algunas de

ellas son financiadas por fundaciones de dudosa reputación y sirven a las


57


políticas y a los intereses de las grandes multinacionales y en particular del

“pianista director”; recibiendo a cambio un generoso financiamiento. Estas

ONGs se encargan de hacer más dulce la depredación y son cómplices

directos de los Amos del Capital.

Otro efecto de la manipulación de ciertas ONG por el “pianista”; es que

numerosos dirigentes y cuadros de estas ONG consultadas como “expertos”

por el Departamento Social, son luego integrados discretamente en los

niveles superiores del BM. Ellos compran una bella carrera en el BM

haciendo críticas “mesuradas, razonables y competentes” a los proyectos de

inversiones y a la política de privatización.

A nivel del BM existe la unidad de Sociedad Civil; que es un

Departamento encargado de selección, relaciones y para supervisar a las

ONG.

El Banco mundial es un instrumento al servicio de las grandes

multinacionales, le sirve como instrumento para convencer o imponer

grandes proyectos que significarán la destrucción de enormes regiones en

países del Tercer Mundo.


Un caso muy escandaloso fue el de la construcción de un

oleoducto entre el Chad y Camerún; pasando por selvas

vírgenes donde habitan los pigmeos, desde hace 4.500 años. El

BM ofreció ayudas sociales a los gobiernos; una parte

importante la usó el Dictador del Chad para comprar armas y

exterminar a una gran parte de su propio pueblo.

Otra de las tantas hazañas del Pianista Wolfensohn,

Director del Banco Mundial.



58


III


L

OS PIRÓMANOS DEL FMI

Una democracia muy particular reina en el seno de Fondo Monetario

Internacional (FMI). Cada uno de los 183 Estados miembros vota según su

poder financiero respectivo: 1 dólar = 1 voto. Lo que hace que USA posea un

17% de los votos. Su potencia financiera y el hecho de que el dólar juegue el

rol de moneda de venta internacional, le confiere un poder determinante en el

seno de la Organización.

Los mercenarios del FMI son de buena manera los super bomberos del

sistema financiero internacional. Pero llegada la ocasión ellos no pierden

oportunidad de convertirse en pirómanos...

En tiempos de crisis agudas intervienen en plazas financieras exóticas;

ellos velan antes que nada para que ningún especulador internacional pierda

su partida inicial.

Tienen razón los críticos y escépticos frente al FMI, cuando plantean

que los gobiernos de los países ricos lo que buscan antes que nada es tratar

de evitar que los bancos occidentales puedan sufrir pérdidas en alguna crisis.

Sin dejar de reconocer que algunos planteos que hace el FMI aparecen

como interesantes en relación a mejorar la infraestructura de los países

pobres, a luchar contra la inestabilidad monetaria, contra la corrupción, las

políticas que ellos aplican e imponen significan normalmente transferencia de

recursos de los países pobres a los países ricos.

- 0 -


?

Veamos el caso de América Latina

- En la década del ’70 la deuda acumulada de los Estados de América

Latina se elevaba a 60 billones de dólares.

- En 1980 está cifra era de 240 billones de dólares.

- 10 años más tarde esta suma se había más que duplicado: 443

billones de dólares en 1990.


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- Hoy en día, la deuda exterior de América Latina oscila alrededor de

los 750 billones de dólares.

Esta deuda tiene su origen en la transferencia de aproximadamente 25

billones de dólares por año a los acreedores, desde hace 30 años.

En resumen, desde hace 30 años el continente ha tenido que destinar

para la deuda externa, entre el 30 a 35% de su presupuesto, obtenido de la

exportación de sus bienes y servicios.

En el año 2001, cada habitante de América Latina debe en promedio

2.550 dólares a los acreedores del Norte.

- 0 -

Entre los numerosas catástrofes provocados por los bomberos

pirómanos del FMI en América Latina, evocamos en primer lugar la más

espectacular, la de Argentina.

Acosados por una deuda externa desmesurada y practicando una

estrategia desenfrenada de privatización del sector público y de

desregulación de los mercados financieros, la Argentina – anteriormente

próspera – ha seguido las órdenes de la fórmula del FMI. Decidió política

monetaria y financiera al servicio en primer lugar de las grandes sociedades

transcontinentales, extranjeras, principalmente norteamericanas.

Es así como el peso argentino vivió largo tiempo en paridad con el

dólar.

En el 2001 el crecimiento económico era de menos 1,9% y el producto

interno bruto era de 7.544 dólares por cabeza. Argentina se acercaba

peligrosamente a la situación de los 49 países menos avanzada del planeta.

La crisis se desencadena en diciembre 2001, la deuda externa

alcanzaba los 146 billones de dólares.

Para tratar de frenar la hemorragia de dólares a los bancos de USA y

Suiza principalmente, el Presidente De La Rua bloqueó las cuentas privadas,

estableciendo lo que se llama el “corralito”. Esto provocó un pánico

financiero, se derrumbó la economía, la cesantía saltó al 18%, los cierres y

quiebres de industrias se sucedieron con rapidez.

El FMI negó cualquier posibilidad de crédito, la revuelta popular barrió

con el Presidente De La Rua y varios más en corto tiempo.


60


En el año 2002, dos habitantes sobre cinco en Argentina, vivían en la

extrema pobreza.

Durante varios decenios los países de América Latina han debido

aplicar numerosos planes de ajuste estructural urdidos por los “cuervos

negros” de Washington.

El FMI dictó también numerosas reformas fiscales siempre a favor del

capital extranjero y las clases dominantes autóctonas. Impuso reducciones

masivas a los presupuestos sociales de educación, de salud, la liberalización

de las importaciones, la extensión de las tierras de plantación, la reducción

de las tierras dedicadas a la producción de consumo interno y la puesta en

práctica de política de austeridad de todo tipo de actividad pública.

Dos generaciones de Latinoamericanos han pagado de esta manera,

con su sangre, su esfuerzo, sus humillaciones, la destrucción de sus familias,

por los dictados del FMI.

- 0 -

Tomemos el caso de Brasil, el gran país continente de América Latina;

gobernado recientemente por un equipo de personajes brillantes

intelectualmente, que resistieron a la dictadura militar en su país o en el

exilio; pero que fueron rescatados por el dogma neoliberal, una vez que

llegaron al gobierno. Presididos por Fernando Henríquez Cardoso, el

Gobierno de Brasil (1995 – 2002) entregó el país a los depredadores. Al

mismo tiempo que hacían serias críticas al Consenso de Washington

denunciando la emergencia de las instituciones de Breton Woods, ellos se

convirtieron en servidores serviles, para no decir aduladores a voces del

departamento del tesoro de USA y sus mercenarios.

Las consecuencias fueron dramáticas: de los 173 millones de

habitantes hay una buena parte que sufre de subalimentación grave, con

consecuencia de invalidez o muerte. Según cifras oficiales, son 22 millones.

La oposición parlamentaria habla de 44 millones. La conferencia Episcopal de

Brasil señaló que son 55 millones.

En las grandes ciudades, como Sao Paulo, la burguesía es opulenta y

lanza muchos desperdicios a la basura y es normal ver a los pobres y

miserables abalanzarse sobre la basura para sacar alimentos descompuestos

para sobrevivir.


61


La deuda externa de los ricos y poderosos de Brasil alcanza el 52% del

Producto Interno Bruto (PIB) y los intereses a pagar representan el 9,5% del

PIB.

El año 2001 el gobierno de Cardoso nuevamente se puso de rodillas

frente al FMI para solicitar un crédito de 15 billones de dólares con un interés

de 7,5% anual. El ministro de finanzas dio una conferencia de prensa para

dar la alegre noticia de su éxito en la misión realizada en Washington. Al

mismo tiempo anunciaba al pueblo la implementación de numerosas y

dolorosas medidas “indispensables” y exigidas por el FMI. Ellos obedecieron

e implementaron fuertes restricciones presupuestarias. ¿En qué rubros?

Salud pública, educación, formación técnica, medio ambiente! No se tocaron

los privilegios fiscales ni las prebendas de la burguesía brasileña.

Todos los Ministerios de Finanzas de la mayoría de los países, siguen

el dogma neoliberal; induciendo la total liberalización de los mercados

afirmando que este crecimiento dará algún día la felicidad a los pueblos.

Mientras tanto la miseria crece y ataca de manera terrorífica.

Una verdadera guerra de clases azota la periferia de las grandes

ciudades en Brasil. En el año 2001 se registraron más de 40.000 asesinatos

o muertes violentas. La criminalidad organizada transcontinental, existe en

Brasil tal como en otros países. Pero la violencia que desgarra el país es

producto principalmente de la extrema miseria en la que vive buena parte de

los brasileños.

En Sao Paulo, los grandes ricos se desplazan solo en helicóptero; los

ricos en autos blindados. Con sus casas protegidas por policías privados y

grandes muros.

La mediana burguesía habita en departamentos que parecen cajas

fuertes.

El resto vive como puede.

A la miseria, el gobierno responde con la represión, con cárceles,

policías y jueces que condenan a una parte de la población a vivir presos en

condiciones infrahumanas, peores que los campos de concentración de Hitler

en la 2º Guerra Mundial.

Los funcionarios del FMI no escuchan esos clamores.

Las privatizaciones están en el corazón del dogma de los Amos y de

sus mercenarios. Cada vez que un Ministro de Finanzas de un país se dirige


62


a Washington, para obtener un crédito o prorrogar una deuda, los perros

guardianes del FMI le arrancan una parte de la industria o del sector público

de su país.

El método es siempre el mismo. El FMI exige y obtiene la venta a la

sociedad transnacional, generalmente de USA o Europa, de industrias o

empresas de servicio (transporte, seguros, agua) relevantes de un sector

rentable. Los sectores no rentables de la economía quedan bien entendido,

en manos del gobierno local.

Un caso muy concreto ha sido el Brasil, que en ocho años de régimen

del Presidente Cardoso ha entregado casi todo el apetitoso y rentable sector

público; con excepción, por el momento de la poderosa Petrobras, defendida

ardientemente por sus trabajadores y sus sindicatos.

En agosto del 2001 Brasil sufrió una gran crisis energética que lo obligó

a reducir el consumo y la economía en un 20% esto como consecuencia

directa del programa caótico de privatizaciones, en especial de Electrobras.

El gobierno había argumentado las privatizaciones diciendo que con

esos recursos se solucionarían los problemas de los más pobres. En la

práctica, una buena parte se fue a cuentas privadas en el extranjero de altos

dirigentes políticos.

Con mucha razón se reprochó a los funcionarios del FMI de contribuir

poderosamente a la miseria de los pueblos del Tercer Mundo, de repetir sin

cesar los mismos errores y de desconectarse de la realidad. Los bomberos

pirómanos del FMI parecen “autistas”. Gente inteligente que hacen cosas

estúpidas con mucha frecuencia, en la medida que se desconectan de la

crítica y de todo consejo externo.

Se acusa al FMI de haber provocado a través de sus intervenciones, la

crisis financiera que se tragó en la década del ´90 a varias economías

asiáticas y de ser directamente responsables del cierre de miles de industrias

de sociedades comerciales; con el respectivo estado de miseria en que

sumergió a millones de trabajadores y sus familias.

Fue el costo de Tailandia en 1997, que se extendió a Indonesia,

Taiwán, Corea del Sur y otros. Con la liberalización de los mercados, los

capitales se dedicaron a fines especulativos o negocios rápidos: casinos,

hoteles, centros de turismo, etc. y no a inversiones de largo plazo. En un

momento determinado las grandes compañías retiraron sus capitales y

dejaron a los países en ruinas. Luego llega el FMI y les pasa dinero a cambio


63


de ajustes estructurales y sacrificios a la población pobre que ven

desaparecer los servicios públicos de salud, educación, alimentación, las

fuentes de trabajo, etc.


?

¿Por qué estas reacciones tan aberrantes de parte de los bomberos

pirómanos del FMI?

- En parte se explican estas reacciones por el dogmatismo extremo, la

arrogancia y la indolencia burocrática que impera en los altos

funcionarios del FMI.

- En otra gran parte se explican por el hecho que el FMI y el BM son

organismos que en la práctica y en forma permanente están al

servicio de la política de USA.

Cuando estas instituciones ponen como condición para las ayudas el

que se haga un buen gobierno y no haya corrupción, es sólo una gran

hipocresía.


A ningún gobierno dictatorial o estado corrupto le va a

faltar el apoyo del dinero del Banco Mundial o del Fondo

Monetario Internacional; en la medida que se sometan a los

intereses y a las políticas de USA.



64


IV


L

AS POBLACIONES NO RENTABLES

Observemos lo que pasa hoy día con los 49 “países menos avanzados”

PMA como los llama el FMI. En realidad son los países más pobres o como

los denominan los agentes del capitalismo: “las poblaciones no rentables”.

Los PMA forman una categoría aparte. La admisión en esta especie de

club, depende de varios factores: cantidad de ingreso por cabeza (menos de

700 dólares), las condiciones de sanidad, el grado de alfabetización, la

diversificación de su economía y otros.

Los señores les conceden algunos beneficios a los PMA, como la

exención de cuotas e impuestos para algunas exportaciones a los países del

norte; les otorgan un plazo algo mayor para imponerles sus políticas de

ajuste o de liberalización interna que impone la OMC, les conceden algunos

créditos.

En el año 2002 los PMA totalizaban una población de 640 millones de

seres humanos; algo más del 10% de la población mundial. Treinta y cuatro

de ellos se encuentra en África, nueve en Asia y cinco en el pacífico y el

Caribe.

Cuando se creó esta “categoría” en el año 1971, eran veintisiete países.

Sólo Botswana ha logrado salir de este pelotón. Gracias a una política

agrícola autocentrada logró salir de la situación de miseria extrema. Por el

contrario, en Senegal que ha seguido las política de ajuste del FMI, su

economía ha seguido cuesta abajo en la rodada y actualmente forma parte

de PMA.

La deuda externa de estos 49 países representa el 124% de su

producto interno bruto. Esto significa en la práctica: que deberán destinar

más recursos a pagar la deuda externa que para cubrir las necesidades

sociales de sus poblaciones; con un crecimiento inferior al 1% , lo que impide

cualquier posibilidad de ahorro o inversión.

Esto que hemos señalado, significa que los planes de ajuste estructural

impuesto por el FMI a estos países para equilibrar sus presupuestos

(equilibrios macroeconómicos), agravan principalmente la situación


65


alimentaria; particularmente cuando estos planes exigen eliminar los

subsidios públicos a los productos alimenticios básicos.

El ingreso por habitante ha disminuido en estos países, además de un

evidente deterioro en la calidad de vida.

Esta situación forma parte de la desigualdad creciente a nivel de la

sociedad planetaria. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha creado

una nueva categoría para medir el promedio de vida. Comprende aspectos

cualitativos y cuantitativos: la esperanza de vida, considerando los años de

salud aceptable. Este indicador se llama E.V.C.I. (Esperanza de Vida

Corregida de la Incapacidad).

Este índice se traduce en una esperanza de vida de 40 años libre de la

incapacidad para los PMA y de 74,5 en Japón, que es el más alto.

El balance de estos 30 años de la ayuda, llamada para el desarrollo,

que en realidad es ayuda para integrar al capitalismo mundializado las

economías de África, Asia y América Latina, es verdaderamente calamitoso.

Ha quedado en evidencia que a pesar de los 30 años de ayuda a los PMA y a

pesar de los esfuerzos que han hecho los mismos países, las dificultades

socioeconómicas y su marginación persisten de manera aplastante. A pesar

de toda esta situación, los emisarios del FMI no dejan de proclamar “nosotros

vamos a sacar a los países menos avanzados de la miseria”. Ese es el

escándalo.


?

Cuatro casos demostrativos:

- Tomemos el caso de Níger; con sólo el 10% de tierra cultivable; su

economía era principalmente la crianza de animales y productos

agrícolas para la subsistencia. Uno de los 10 países más pobres del

mundo.

El FMI ordenó suprimir la oficina de Apoyo Veterinario del Estado y

proceder a su privatización. Con ello se logró que los pastores y

pequeños criadores de animales no pudieran mantener sus ganados

en buenas condiciones, ya que con la privatización de la oficina

veterinaria de Estado, los prestadores de servicios veterinarios

privados comenzaron a cobrar precios inalcanzables para los

pastores pobres.

Por otra parte, la OMC les exige certificado de sanidad a los

animales para poder ser explotados.


66


También se privatiza la oficina del Estado encargada de la

distribución de los alimentos a los sectores más pobres o más

alejados. Con la llegada de las empresas privadas, estos sectores

han quedado sin abastecimiento de alimentos necesarios para la

vida, particularmente en las zonas más alejadas o menos pobladas.

En Níger, en lugar de combatir la miseria, el FMI la ha agravado.

- La Guinea, es un país de agricultores y criadores ubicado en África

Occidental. Luego de varios programas de ajuste estructural

impuesto por el FMI, Guinea es una país arruinado y de rodillas, en

especial en el sector de pastores agrícolas.

Este sector es fundamental para la estabilidad de la economía

nacional.

Fiel a su política de liberalización total el FMI le impuso en 1986 la

disolución total de la oficina veterinaria del Estado. Este servicio se

encargaba de distribuir y almacenar los medicamentos para la

crianza y luego entregarlos a precio de costo. ¿Qué sucedió?

Personas y compañías privadas toman el negocio de los insumos

veterinarios, elevando los precios, importando de Francia productos

que los laboratorios habían desechado por estar fuera de plazo,

para venderlos a precios difíciles de alcanzar por los pastores y

pequeños criadores.

Al desaparecer la regulación del Estado, al dejar a la ley de la selva

los insumos y la atención veterinaria para la gran mayoría de

criadores, ellos quedaron a merced de estos traficantes.

La mayor parte de los pastores y criadores analfabetos quedan a

merced del capricho de las multinacionales o los traficantes de

insumos veterinarios, amarrados de pies y manos frente a los

agentes del libre mercado farmacéutico local. Al imponer el

desmantelamiento de los servicios veterinarios de Estado y de los

controles de los precios farmacéuticos, los “cuervos negros” del FMI

han arruinado la crianza en general. Han contribuido también al

aumento de la mal nutrición y el hambre en el país.

- Tercer ejemplo: Mauritania y la producción y venta del maíz.

Mauritania es un país de una gran superficie, con extensas costas,

situado al norte de Senegal, con una buena parte desértica.


67


Por las crecientes y difíciles condiciones existentes, ha disminuido la

población nómade que actualmente representa sólo el 20%; 50% de

campesinos son sedentarios y un 30% esta en las ciudades.

Desde los años ’60 la economía de Mauritania sufre los efectos de la

sequía cíclica y de los bajos precios del fierro del cual es productor

importante. Esto ha llevado a elevar su deuda externa a niveles

aplastantes; por lo que los mercenarios del FMI se han convertido

en amos y señores.

Era una cultura milenaria en que convivían diversos pueblos, con

sistemas de vida comunitaria, donde los jefes distribuían las tierras y

los productos de la cosecha, siendo todo de propiedad colectiva.

En 1983, el FMI impuso la privatización de las tierras, a través del

Estado que les distribuye títulos de propiedad individual privada.

Muy rápidamente el sistema comenzó a colapsar, ya que la mayoría

de los nuevos propietarios no estaban en condiciones de trabajar

solos y como el estado casi no tenía recursos ni expertos para

ayudarlos, comenzaron a vender sus tierras a los especuladores o a

las grandes compañías multinacionales. Se produjo una formidable

concentración de la propiedad agrícola en manos de algunos

financistas, venidos del exterior en su mayoría.

El sistema de comunidades con su jefe fundado en un régimen de

propiedad colectivo y tradicional, otorgaba un fuerte valor simbólico

a la tierra y constituía un lazo poderoso y daba una identidad a las

comunidades tradicionales.

Lo que es evidente es el aumento de la subalimentación y de la

subnutrición, el crecimiento de las poblaciones miserables en las

ciudades, único refugio de la familia campesina arruinada por el FMI.

Actualmente, consumen el 50% del maíz producido en su país por

las grandes multinacionales que han aumentado casi 10 veces su

precio. Antes, el Estado lo importaba de Tailandia.

Esta situación impuesta por el FMI permite ahorrar divisas a costa

de los pobres. Estas divisas se emplean para pagar la duda externa,

con claro beneficio para los depredadores.


68


Lo que pasa en Mauritania, Guinea o Níger, no son situaciones

aisladas. Es la situación común de países desvastados por los

programas de privatización y ajuste estructural del FMI.

¿Podemos dejar que muchos niños y poblaciones enteras mueran

de hambre, nada más que para pagar la deuda?

Ningún país endeudado del Tercer Mundo tiene posibilidades de

oponer una política soberana al FMI, orientada a la satisfacción de

las necesidades de su propio pueblo. Las agresiones de los

mercenarios del FMI a los pueblos pobres son inconmensurables.

- Zambia, un país con tierras fértiles, una población de 10 millones de

habitantes, es una de las más antiguas civilizaciones del África

Austral. Su riqueza principal es el cobre y su agricultura es de

algodón, tabaco, café.

Luego del proceso de independencia en 1964 construyó una economía

orientada a las necesidades de su pueblo, con un estado fuerte.

En 1991 tomo el gobierno la oposición e inmediatamente entró el FMI

desmontando casi la totalidad del Estado, suprimiendo los gastos sociales,

privatizando los hospitales y abriendo el país a las grandes empresas

transcontinentales que pueden mover sus capitales sin limitación, se implantó

la flexibilidad y desregulación del trabajo.

El producto nacional bruto no ha aumentado significativamente desde

1991. La estabilización económica no ha sido permanente. El ingreso por

habitante ha disminuido y el 70% de la población vive actualmente en la

extrema pobreza.

El FMI afirma que ellos no imponen a nadie sus políticas ni favorecen

injusticias en los países donde actúan. Tienen razón en las apariencias.

Cuando un país tiene una deuda demasiado elevada, con riesgo a

declararse en quiebra, envía a su ministro de finanzas a Washington para

solicitar una ayuda de emergencia y/o moratoria de pagos, etc.

Al llegar a Washington se encuentran con las oficinas del FMI, que

comparadas con una corte real de la edad media sería un ejemplo de

democracia. ¡Deben soportar una espera interminable! ¡Ordenes transmitidas

con una voz seca! Desprecio evidente a los ministros que llegan y luego la

pregunta: “¿desean dinero fresco?, firmen la carta de intención”.


69


La carta de intención es el arma suprema del FMI. Es un arma de

chantaje que consiste en un listado de reformas al interior del país,

reducciones presupuestarias, ajuste fiscal, etc., que el FMI “propone” al

gobierno necesitado que lo solicita (PMA). El conjunto de estas proposiciones

constituye el “plan de ajuste estructural”.

Las aves de rapiña les imponen reformas muy especiales, “disciplina

fiscal”, “transparencia presupuestaria” privatización de industrias y recursos

naturales, liquidación de los servicios públicos, hospitales y escuelas que

deben ser pagados, etc.


La firma de esta carta significa concretamente que estas

disposiciones deben entrar a formar parte de la legislación de

estos países; sujetas a la aprobación del cartel de acreedores

del país respectivo.

Ningún país pobre, no rentable, escapa a la camisa de

fuerza de los sátrapas de Washington.



70


V


L

A ARROGANCIA

“La realidad no penetra en el mundo donde habitan las creencias”.

El funcionamiento mental de los mercenarios, y fundamentalmente el

del Banco Mundial y del FMI, constituye un enigma apasionante y difícil de

comprender. Contrariamente a los depredadores, sus amos, los mercenarios

no están motivados en primer lugar por la borrachera del poder. Son antes

que nada integristas de una visión de mundo y de un modelo de análisis que

hace de ellos perfectos soldados del imperio norteamericano.

Mirado desde este punto de vista, muchos de ellos son verdaderos

misioneros. La mayoría de ellos son de altas calificaciones y de estudios

universitarios. El BM y el FMI recluta sólo gente de las universidades

norteamericanas y que luego han hecho doctorados y magisters en

prestigiosos centros de altos estudios. La nacionalidad no es un aspecto de

relevancia, excepto para los cuadros del escalón más alto.

En cualquier gran banco, sociedad de gestión patrimonial o agencia de

cambio en Wall Street, París o Londres, estos jóvenes expertos podrían

ganar hasta 5 veces más que en el Banco Mundial o FMI. Los cuadros

medios y medios altos no viven ni se comportan como grandes sultanes del

oriente. Ganan entre 85.000 y 95.000 dólares por año, considerando que los

gastos son altos en Washington. A las horas de trabajo, ellos se entregan en

cuerpo y alma a esta misión.

Una ley no escrita concede a los europeos el puesto de director general

del FMI y a USA el cargo de director general adjunto. Este último puesto lo

ejerce la Sra. Krueger, persona considerada de la confianza de Bush y del

tesoro de USA. “Es la gran sacerdotisa de los antiguos errores”.

La ceguera ideológica de hombres y mujeres dotados de una gran

inteligencia personal, la miopía derivada de sus prejuicios, son un misterio

que atraviesa la historia. A pesar de sus claras capacidades intelectuales, de

los diplomas obtenidos, los funcionarios del FMI parecen insensibles a los

desastres que provocan, sordos a los gritos de sus víctimas y desprovistos de

olfato cuando sube el olor de la sangre causada por los depredadores.


71


Cómo poder develar este misterio?

- Una primera razón de esta ceguera, reside en el aislamiento en que

viven las familias de esta “comunidad financiera” en Washington.

Habitan en los sectores de Georgetown y Virginia, en casi simbiosis

con los funcionarios del Tesoro de USA, con los cuales se codean en

los coktails, en los club de campo, jugando golf, en los picnic, etc.

En resumen: el ambiente colectivo del Imperio los impregna y absorbe

sin que ellos se den cuenta realmente.

- Otra razón se relaciona con la manera como viajan estos mercenarios a

través de los continentes. Ellos se desplazan provistos de sus

computadores portátiles y de sus esquemas de análisis formateados.

Se hospedan en hoteles de lujo, pasando en los países durante sólo

algunos días y encontrándose sólo con dirigentes escogidos y que en lo

posible hayan estudiado en USA.

¿Y los campesinos locales, los marginales, los niños de la calle? Los

“cuervos negros” de Washington no los ven jamás. O tal vez de manera

furtiva a través de los vidrios polarizados de las limusinas del gobierno

local.

- Una tercera explicación del sorprendente cierre frente a la realidad de

la que dan muestra la mayoría de los funcionarios de las instituciones

de Bretton Woods y que se relaciona con la primera, es que estos

mercenarios ignoran hasta su entorno inmediato. De la misma forma

que ellos ignoran las condiciones de vida de los países a cuyos

gobiernos “aconsejan”, ellos son impermeables a todo conocimiento de

la realidad que vive una gran parte de los habitantes de Washington: A

pesar de que un cuarto mundo abandonado habita el distrito federal...

Toda esa zona está dotada de una gran belleza de paisaje, con amplias

avenidas y parques. En la colina del Capitolio, Sede del Parlamento no se

percibe ninguna agitación. La estatua de Lincoln se refleja en un lago sobre

un pedestal de marfil.

Pequeños trenes subterráneos circulan entre los inmensos edificios

donde están las oficinas de la Cámara Baja y de Senado.

El atractivo del Sur opera plenamente.


72


La policía es casi invisible. Desde hombres y mujeres de los más altos

niveles, hasta los porteros del Capitolio son de una gran amabilidad. Eso ha

cambiado un poco después del 11 de septiembre 2001.

A dos calles detrás del Capitolio, se abre la realidad de otro universo.

Una frontera invisible pasa a través del pavimento cálido.

Son los barrios negros, el geheto arrasado por las drogas, el alcohol y

el crimen. Este barrio alberga a la mayor parte de los habitantes de

Washington DC. En estos lugares jamás meten los pies los mercenarios del

Banco Mundial o del FMI. De la misma forma que ignoran el tercer mundo

que existe más allá de los mares, son ciegos a la situación que se vive a dos

pasos de sus edificios climatizados.

Al adentrarse en esos barrios se encuentra la miseria del mundo

instalada en la antesala de la Casa Blanca. Por una extraña maldición, el

Imperio no logra ocultar totalmente parte de las víctimas que fabrica todos los

días. Como las olas de un océano maldito, ellas golpean a sólo algunos

pasos del Capitolio.


Pero los integristas de las instituciones de Bretton Woods

son decididamente ciegos, sordos y privados de olfato. Ellos

no perciben las víctimas que fabrican a lo largo de la jornada.

Ninguna inquietud les afecta su conciencia.

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