NOSOTROS, LA OPINION PÚBLICA .parte 1




NOSOTROS, LA OPINION PÚBLICA 
Somos 43.000.000 y recibimos lo que piensan 100 tipos de los medios de comunicación monopólicas.
Y no tenemos como expresarnos todos los días. No tenemos como defendernos, más que con la indiferencia. 
Porque la impune libertad de prensa tiene un poder de tergiversación y confusión que no ayuda a la humanidad, ni a la política.
Hace el mal y sigue como sí no lo hubiera hecho.
A veces lo hace por incapacidad pero la mayoría  de las veces por intereses no públicos.
¿Se forma un comunicador o un periodista? No. No hay ningún control periódico sobre alguien que entra en la cabeza de 43.000.000 todos los días. Si hay control sobre un auto, verificación técnica para que no produzca accidentes, control de alcoholemia, control para subir a un avión, un piloto de avión debe hacerse un chequeo médico cada 90 días y si tiene alto el colesterol lo bajan del avión, control para las empresas en Estados Unidos que comienzan a ponerle multas a la obesidad, los sistemas digitales de control social avanzan silenciosamente, la brecha digital social  define clases sociales.
No hay control rutinario sobre los periodistas, su actualización, espiritual y profesional, ni su salud. En un mundo vertiginoso, los comunicadores reemplazan la calidad con el histrionismo. Están apremiados  por el rating, no tienen tiempo de formarse, ni informarse, ni investigar.
No es un problema personal, es un sistema que crea las condiciones que reemplaza la calidad y la profundidad por la dependencia química.
El problema es que esos 100 deforman a millones todos los días. Los más por derecha, porque la derecha tiene más plata para mantener sus medios de comunicación. Los menos por izquierda, anclados en una elite aparentemente más sofisticada. Pero absolutamente funcional a la confusión por su anclaje conceptual obsoleto. El progresismo es bien funcional a la continuidad de lo que no puede seguir. Es un ganador de tiempos para no asumir lo que hay que cambiar. Y así no poner el cuerpo.
La urgencia diaria de los medios para disputar la audiencia y mantener la publicidad, convierte al relato que se escribe en ellos en usinas del rumor, mentiras y omisiones.
No hay sinceridad. Hay guerra de rumores para mantener la audiencia. Los diarios hoy se venden por los titulares, que son a lo sumo 7 u 8 palabras escritas bajo la forma de rumor capcioso. Los títulos son sensaciones. No libertad de prensa. Lo mismo y más vale para la comunicación digital.
¿Qué derecho tienen a manejar 100 tipos las sensaciones de 43 millones? ¿Quién les otorgó el derecho a la omisión?
Omiten, borran de la comunicación a la sociedad el 98 % de los hechos cotidianos. ¿Quién los habilita a esa desproporción que siembra desconfianza social sistemática y planificada?
Y las sensaciones responden a otro mito que hay que desnudar:”la línea editorial del diario”. Que significa ni más ni menos que el poder de censura clandestino día a día. El abuso monopólico sobre el poder de omisión. Y que según los últimos estudios, el 98 % es omisión y el 2 % es acción respecto de la realidad.
Simplemente es la desproporcionalidad del rol de lo amarillo o lo trágico en pantalla, frente  a la realidad que se vive todo los días, que demuestra el daño que causan por tergiversación y mintiendo. Nacen 500 chicos por día en Argentina, pero solo publican los muertos. Millones de acciones y hechos positivos diarios que demuestran lo bueno del vivir son silenciados y reemplazados por dos o tres hechos dramáticos.
Nosotros, la Opinión Pública estamos hoy indefensos ante este bombardeo denigrante y desmoralizador gracias  las medidas cautelares de la justicia para Clarín – Goldman Sachs. Siempre dicho con caras serias, con imposturas de pedestal, con golpes bajos, y finalmente con ironías y humos para facilitar la penetración de la farsa.
Ni hablar de la capacidad de repetición al estilo Goebbels. Las llamadas “redes sociales” no han demostrado ser  autónomas respecto de las líneas editoriales de control.
Son multiplicadoras de la tergiversación, quizás el ejemplo máximo fue cuando las redes recircularon dando por buena, la foto de Monseñor Derissi, Monseñor de la Dictadura, dándole la ostia a Videla. En cinco minutos la tenía todo el País diciendo que era Bergoglio dándole la ostia a Videla.
Nosotros, la Opinión Pública, tenemos que empezar a diseñar como pensamos entre nosotros. Sin “líneas editoriales”. Que son “líneas de omisión”, “líneas de vacío”, “líneas de cortinas de humo”, “líneas de confusión”.
Nosotros la Opinión Pública estamos preparados para otro cosa. Para debatir en sinceridad. Aunque a veces pueda ser aburrido, será moralmente más sano.
La supuesta seriedad de las “líneas editoriales” no tiene  ningún control de calidad previa a ser emitida. Y emitida producen daño en la mayor parte de su tiempo. Es más “las líneas editoriales” no son democráticas, porque el pueblo no participa. Las “líneas editoriales” están conducidas por una “plutocracia” que se instrumenta a través de una “aristocracia de la expresión”.
Esta triada ejerce una acción monopólica diaria sobre Nosotros, la Opinión Publica. Hay un abuso de posición dominante sobre nosotros que afecta el interés económico-social general.
Es más ese abuso está especialmente planificado sobre nuestro tiempo libre, sobre nuestro descanso, sobre nuestro ocio, sobre nuestro momento de reflexión. Lo que en la jerga le dicen “el prime time”, o la edición de los domingos.
En esos momentos puntuales caen con su poder monopólico “Las líneas editoriales”.
Y hay que estar muy preparado y con bastante plata (para contra información) y esquivar sus redes y poder discernir.
¿Cómo sabemos que él consumo de 10 gramos de cocaína por día a los largo de 10 años no deja daño neurológico?
¿Usted dejaría  a sus hijos al cuidado de alguien con estos antecedentes?, ¿Toleraría que esté como director de la escuelita de sus hijos?, ¿Lo pondría a acompañar el viaje de egresados?, ¿Le creería como profesor de ética?
Por solidaridad, Usted,  le daría un rol secundario en su vida hasta que este seguro que no hay secuelas ni reincidencia.
Simplemente para proteger lo básico, nuestra familia y la comunidad.
La principal adicción a la droga es la mentira. Droga y mentira son las dos caras de la misma moneda: la de la evasión y el falso estímulo.
Nosotros, la Opinión Publica ya no toleramos la mentira adictiva de los medios de comunicación. Día a día aprendemos a comunicarnos por las redes y el cara a cara sin los medios. Es un fenómeno maravilloso como la publicidad va dejando toda efectividad para Nosotros, la Opinión Publica. En poco tiempo más los medios de comunicación no formaran la opinión pública. El dialogo horizontal de la sociedad será lo determinante.
En los países más avanzados, Nosotros, la Opinión Publica tenemos derecho a participar en la edición PREVIA a la emisión de cualquier reportaje o nota. Esa condición le pusimos al Grupo Clarín – Goldman  Sachs – Wall Street en Septiembre de 2012. En virtud de los antecedentes con Chávez, Milagro Sala y otros dirigentes sociales. Ellos no se animaron.
Nosotros, la Opinión Pública, producimos todos los bienes y servicios que sostienen la sociedad. Menos “las líneas editoriales”. Que son “una barrera de entrada” a la construcción del principal bien de la sociedad: la construcción de consensos.
Nosotros, la Opinión Pública, a partir de ser el sostén de la sociedad diariamente, tenemos el derecho de conocer quién está detrás de “las líneas editoriales”, tanto nacionales como extranjeros.
Se les pide declaración de bienes a políticos y funcionarios públicos y está muy bien. Pero el curriculum de los que definen “la línea editorial” es clandestino y secreto. Tanto propietarios como “aristócratas de la palabra”.
La solución es sencilla: Pluralismo de líneas editoriales en todos los medios. Y el pluralismo iguala “consagrados y estrellas” con la voz de la sociedad sin limitaciones. Nos referimos a “espacios”.
Las Cartas de Lectores no son proporcionales, ni equilibra el daño producido por difamaciones, tergiversaciones y confusiones. Mucho menos las omisiones.
La mutación de la sociedad mundial requiere el libre pensamiento de todas las voces y la igualación en su capacidad de expresión y difusión.
Solo de esa dinámica nacerá lo virtuoso de la mutación.
Porque solo de la misma emergerán los criterios para nuevos consensos.
No hay y cada vez habrá menos, trayectoria individual en esas construcciones. Que serán colegiadas o no serán.
Y las “líneas editoriales” tienen que pasar a ser colegiadas con Nosotros, la Opinión Pública. ¿La propiedad de los medios?. No se toca. La Opinión Publica Organizada puede pagar perfectamente y con creces el costo de la parte de papel que use para expresarse. Lo mismo en la proporción de los gastos generales. Lo mismo con los horarios de “prime time” ú horarios de radio.
Todos los medios, con todas las líneas editoriales., actuales y las que emerjan. Eso es libertad de prensa. Lo actual es libertad de empresa ejerciendo abuso de posición dominante sobre Nosotros, la Opinión Publica, que somos 43 millones.
Tenemos la cabeza pero nos expropian la palabra.
Así no va más.
La auto referencialidad ha enfermado a los medios. Solo se curarán con Nosotros, la Opinión Pública.
La comunicación actual que recibimos es violenta porque es dominantemente abusiva. Y lo peor sin argumentos (Habermas-Hans Küng)
Por poner dos ejemplos concretos:¿Cuántos argentinos saben que el Grupo Clarín es una correa de transmisión de Wall Street como socio de Clarín?.¿Porque le creemos a un poder extranjero cuya prioridad es fugar capitales y omitir la identidad de los que fugan a paraísos fiscales?
La Nación es la Embajada de Estados Unidos y el Opus Dei (la derecha católica que privatizó la Argentina). Ellos definen la línea editorial de La Nación.
Empecemos  a pensar entre nosotros sin ellos.
Desayunamos todos los días con el poder extranjero disuelto en el café con leche y el mate.
¿Por qué una parte, esencialmente la clase media, es autodestructiva?
La justicia es un apéndice dependiente del poder mediático. La fantasía de “la justicia independiente”, se estrella contra la práctica de una justicia al servicio de los poderes monopólicos. Jamás lograron frenar un monopolio en 40 años de democracia.
¿La justicia investigó y paró el genocidio?, ¿La justicia investigó y paró la deuda externa fraudulenta?,¿La justicia investigó y paró la fuga de 700.000 millones de u$s en 38 años (desde que murió el Gral. Perón) en nuestro País?,¿La justicia investigó y paró las privatizaciones escandalosas?,¿La justicia investigó y paró el narcotráfico aéreo en nuestro País?,¿La Justicia investigó y paró el paco en los barrios humildes?.
No hay justicia independiente del poder monopólico en los últimos 40 años y la reforma que envió Cristina es un primer paso. Pero no alcanza.
Ahora hay que disputar los contenidos, la ideología de la justicia y los programas de estudio de las carreras de abogacía que son obsoletos.
¿Porque en lugar de ésta batalla de la ley de medios, no expropiamos los canales de cable y nos los dan a Nosotros, la Opinión Pública autoorganizados?.¿No quieren desinvertir?, expropiemos como hicimos con YPF. No entendemos por qué no se hace, así evitamos las cautelares.
Nos fortaleceríamos como Nación y Sociedad.
Porque los sembradores de desconfianza quedarán como lo que son: empleados a sueldo de patrones extranjeros.
Muchos no son periodistas, son capataces ideológicos.
Rousseau definía a la palabra como la primera institución social. ¿Como podemos tolerar que la dominen 100 tipos teledirigidos desde el exterior?.
Esa es nuestra principal causa de debilidad como sociedad. Si la palabra estuviera en Manos de la Opinión Pública, no existiría pobreza en un País como el nuestro.
La Opinión Publica es una soberanía que tenemos que recuperar. Porque hoy está controlada dentro del País desde afuera del País.
No solo porque Clarín es Wall Street – Goldman Sachs y La Nación Embajada de Estados Unidos y Opus Dei.  Sino porque la publicidad que los sostiene son las principales empresas fugadoras de capital hacia paraísos fiscales.
La Justicia ha tenido todas las pruebas, en miles de denuncias y nunca actúa. Recordemos la Causa Olmos por la deuda externa fraudulenta, la denuncia de Arbissu del CitiBank, la fuga de capitales demostrada por la Comisión Investigadora de Diputados del 2001, etc.
Ningún fiscal actuó de oficio a pesar de ser pública la defraudación a la Nación. Eso sí, hay cobardes que se animan con los pobres, con los humildes del Plan Argentina Trabaja. 
Cobardía, anonimato, mentira e hipocresía son la esencia de gran parte del  sistema judicial.
Y ponen ese aparato al servicio de pseudo-politicos montados en su condición de aburridos y millonarios. Los que intentan usar  el capital simbólico del  pueblo.
Por ejemplo, ¿puede un fiscal ser fiscal y estar a cargo de la seguridad del Club Boca Juniors, que es manejado por un candidato a Presidente en el 2015?,¿puede llamarse independiente?,¿Puede ese fiscal denunciar a integrantes del Gobierno de la actual Presidente?
¿Eso es ”independencia del Poder Judicial”?
¿Puede un fiscal, opinar cuando no recorrió, ni piso ninguna de las 12.500 obras denunciadas en forma falsa?,¿Puede preopinar y sembrar dudas sin saber de lo que habla?, ¿Puede un fiscal preguntar a un político si en el  2013 va a jugar políticamente con Scioli o Cristina?.
¿Es acaso un Fiscal que se ofrecía de puente entre Scioli y Macri contra Cristina y Alicia?.
El fallo de la Justicia a favor de Clarín dice que el monopolio es necesario por escala económica (sic) ¿Dimensionarán la jurisprudencia que están sentando para el abuso monopólico indiscriminado?
El mensaje es vergonzoso para la seguridad jurídica de los empresarios: Sres. Pyme no inviertan si no son monopolio.
Porque la justicia ampara que los peces grandes devoren a los chicos. ¿Donde está la independencia jurídica respecto de los monopolios que es un poder más permanente que el de un político?
Sigan el ejemplo del Papa Francisco: NO HAGAN MAS RELATOS HIPOCRITAS.
El Poder Judicial dejará de ser un poder anónimo, y su ideología a partir de ahora será debate popular. 
Debate de Nosotros, la Opinión Pública.
El peronismo kirchnerista tiene un balance positivo, con errores, pero positivo. Pero lo mejor y más valiente que ha hecho y es irreversible, es que ha instalado el debate sobre temas antes intocables: los derechos humanos, los medios de comunicación, la farándula, las privatizaciones, los periodistas, la justicia y ahora LOS FUGADORES DE CAPITALES.
Todos estos debates abiertos los vamos resolviendo Nosotros, la Opinión Publica. Y en la fuerza de estos debates, antes inaccesibles para el pueblo, reside el odio que manifiestan hoy contra el gobierno.
El nuevo gorilismo se basa en esta nueva conquista popular.
No toleran los nuevos derechos y ahí se origina el odio irracional que se escucha diariamente.

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