JOVENES, MARTIRES Y PERONISTAS Por Gonzalo García
Un nuevo aniversario de "La noche de los Lápices" de la salvaje represión ilegal contra jóvenes estudiantes peronistas.
JOVENES, MARTIRES Y PERONISTAS
Por Gonzalo García
El 16/08/76, un grupo de adolescentes de la ciudad de La Plata fueron secuestrados, torturados y desaparecidos a raíz de sus luchas por el boleto estudiantil secundario, en una operación represiva conocida como la "Noche de los lápices".
Gobierno Nacional y Popular
Desde 1945 a 1955 se erigió un modelo de país con un Estado de Bienestar dirigido a consolidar la justicia social y una nación independiente con autonomía suficiente para vincularse al mundo en igualdad de condiciones.
Este modelo de país moderno y no dependiente en forma servil de los grandes centros del poder mundial, fue percibido como amenazador por el imperialismo y sus aliados de los sectores locales oligárquicos.
Golpe gorila
El 16 de Septiembre de 1955 la "Argentina, oligárquica, conservadora y tradicional" derrocó al gobierno popular de Juan Perón y produjo una ola de represión contra todo aquel que enarbolara, en heroica resistencia, la identidad popular peronista.
Esta represión, sin embargo, no eliminó los factores de resistencia contra el retorno de la república oligárquica al viejo estado de cosas, y fue sólo después de más de dos décadas, en 1976, que pudieron dar otro golpe militar contundente contra los sectores populares que sostenían un proyecto diferente de país.
Secuestros y desapariciones
En el marco del golpe, y en otro septiembre 16, pero de 1976, la más cruenta dictadura que hemos soportado acometió la desaparición de un grupo de militantes, chicos de la ciudad de La Plata de la organización peronista Unión de Estudiantes Secundarios (UES) que fueron secuestrados en la madrugada, de los domicilios donde dormían, por un "grupo de tareas" del general Ramón Camps y del que participó el represor Miguel Etchecolatz.
Los seis que no volvieron jamás, de la decena de adolescentes detenidos en ese septiembre, fueron: Claudio de Acha 16 años, Horacio Ungaro 16 años, María Clara Ciocchini 17 años, María Claudia Falcone 16 años, Francisco López Muntaner 17 años, Daniel A. Racero 18 años, todos jóvenes, militantes y peronistas que fueron brutalmente secuestrados y torturados durante meses en un campo clandestino de detención.
Todos ellos tenían entre catorce y dieciocho años; estaban comprometidos con el momento histórico que vivían, se daban cuenta de que los tiempos habían virado definitivamente hacia la represión ilegal y en sus casas sus padres se lo advertían.
Pero eligieron seguir en la lucha por una sociedad más justa y solidaria, enfrentando a la alianza entre la patria financiera y sus personeros militares.
Hoy forman parte de los 238 adolescentes argentinos, que fueron secuestrados durante la dictadura y aún siguen desaparecidos.
¿Cuál fue el delito que cometieron?
¿Cuál fue el delito que cometieron?: tomar parte de la lucha por recuperar el Boleto Estudiantil Secundario, suprimido por la dictadura militar en La Plata.
Una demanda justa, especialmente para los chicos pobres.
No hicieron politiquería, realizaron política en serio: definieron una necesidad, puntualizaron la reivindicación, la difundieron, consiguieron apoyo, movilizaron a mucha gente y, a partir de eso, buscaron concretar sus ideas.
Para ello, realizaron una serie de marchas, sentadas, petitorios; acciones que hoy nos parecen normales, o molestas (para algunos sectores) pero a las que jamás se castigarían con el secuestro, la desaparición, la tortura o la muerte.
Este tipo de intervención política -la lucha por demandas específicas- es lo que la represión militar buscó desarmar porque plantaba objetivos contrarios a los sectores sociales más poderosos.
Porque la dictadura militar no se instaló sólo para torturar y matar gente, sino para posibilitar una transferencia masiva de riquezas hacia los núcleos más concentrados de la economía, quienes se apropiaron además de buena parte de los negocios públicos.
Los dos septiembres están unidos
El golpe del 76 pretendió poner fin a las condiciones materiales que habían permitido sobrevivir y reconstituir la alianza social que había construido el gobierno peronista hasta 1955.
La misma que había sido reformulada y ampliada en los 70.
Para eso era preciso destruir a las organizaciones populares que sostenían las banderas del proyecto.
No es casual que la inmensa mayoría de las víctimas fueron trabajadores y jóvenes organizados, y que fueran peronistas.
El golpe se propuso responder a una necesidad histórica, poner fin a una experiencia social y política que cuestionaba importantes intereses económicos y estrategias internacionales hegemónicas.
La UES (Union de Estudiantes Secundarios), organización de donde provenían la mayor parte de los estudiantes secundarios secuestrados y asesinados por la dictadura, fue un espacio político construido durante el primer peronismo, desarrollado al calor de la movilidad social ascendente y la masiva inclusión de los sectores populares a la escolaridad formal.
No es casual que sea la misma organización la que, veinte años después, luchará por la plena vigencia de los derechos adquiridos en los gobiernos peronistas.
Sin dudas, si no hubiera existido el primer 16 de septiembre, el de 1955, no tendríamos que recordar, cada 16 de septiembre, a los mártires de "La Nochede los Lápices"
Día Nacional de la Juventud
El año pasado, un grupo de jóvenes de distintas organizaciones políticas, sociales y responsables de políticas públicas de juventud, encabezados por la Directora Nacional de Juventud, Mariana Grass, nos reunimos con el presidente Néstor Kirchner con el fin de entregarle un proyecto en el cual solicitamos que se declare al 16 de septiembre como "Día Nacional de la Juventud".
El presidente, totalmente de acuerdo con la iniciativa, suscribió el proyecto que fue enviado a la legislatura nacional.
Dentro de los puntos salientes del petitorio que le entregamos al Presidente se destaca que "es necesario pues, para alcanzar el éxito, buscar en nuestra experiencia como país una fecha que con su propio peso sociocultural pueda convertirse en el Día Nacional de la Juventud, entendiéndolo como un día de lucha contra la desigualdad, la explotación y la inequidad en la distribución del ingreso".
Del mismo modo, el petitorio aclara que instituir un Día Nacional de la Juventud tiene por objeto que "los jóvenes de nuestro país se reconozcan como protagonistas de su propia historia, sujetos de deberes y de derechos, ejerciendo plenamente su libertad y sus potencialidades y manteniendo la lucha, siempre interminable, por una patria para todos".
Por la memoria y los derechos humanos
Pablo Díaz, 18 años, secuestrado el día 21, sobrevivió al horror y tiene fuerzas para contar lo vivido en el campo clandestino "Pozo de Banfield", donde permaneció cuatro meses con sus compañeros y otros secuestrados."Estar desaparecido -dice- es recibir picana eléctrica en todo el cuerpo, que nos arranquen las uñas, estar quince días a sólo pan y agua, con una soga al cuello, las manos esposadas, los ojos vendados, los cabellos crecidos, sin bañarse. Las chicas manoseadas y violadas cada noche."
Hay hechos que no se deben olvidar nunca para evitar que se repitan.
Es por eso, en el marco de este 32 aniversario, y ante el riesgo que suponen la impunidad y la desmemoria, rendimos homenaje a una generación que participó políticamente, persiguió una transformación en la Argentina, se sacrificó y militó para cambiar un país dependiente, sometido económica y culturalmente, evidentemente injusto en la distribución de la riqueza y el poder.
Por los ideales de aquellos compañeros caídos por defender sus derechos, levantamos nuevamente hoy muestras banderas de siempre, las de una Patria Justa, Libre y Soberana, por la que ellos lucharon.
Compañeros y Compañeras
Claudio de Acha (16 )
Horacio Ungaro (16)
María Clara Ciocchini (17)
María Claudia Falcone (16)
Francisco López Muntaner (17)
Daniel A. Racero (18)
¡PRESENTES!
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"La voz de la Jotapé"
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