L A U N E S C O G L O B A L I Z A N D O L A E S P E R A N Z A, Martín Almada Asunción, Paraguay






Martín Almada
Asunción,  Paraguay
mayo de 2010
                                                                                                                                                                En la década del 60 fui director de una escuela primaria y secundaria de  un pequeño pueblo  de San Lorenzo, Paraguay. Mi esposa Celestina Pérez  y yo vivíamos en el propio edificio  del  Instituto “Juan Bautista Alberdi”.
El nombre corresponde a un jurisconsulto argentino que defendió la causa paraguaya durante la terrible guerra de 1870. Aquello fue un genocidio cometido por los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay, cumpliendo instrucciones de Londres porque teníamos un gobierno que defendía nuestra soberanía nacional y promovió la educación primaria en todo el país.  Paraguay, pequeña nación en el Cono Sur  sin analfabetos, sin  mendigos en la calle ni deudas externas. Alberdi se convirtió para nosotros  el primer anti imperialista de esa época.
Las consecuencias de esa guerra a lo largo de la primera mitad del siglo XX fueron otras guerras internacionales y civiles que produjeron mayor pobreza, inestabilidad política y terrorismo de estado.  A partir de 1954 se estableció en Paraguay una fuerte dictadura militar del general Alfredo Stroessner, seguramente la más feroz del Cono Sur de América Latina. (1954/ 1989).

MI CRIMEN FUE EDUCAR PARA LA LIBERTAD.

 En ese contexto de dictadura y de libertades civiles y políticas suprimidas por el permanente estado de sitio,  educadores y un equipo de jóvenes del Instituto, realizamos una  serena reflexión sobre la situación del país, decidimos practicar la democracia en nuestras propias aulas.
La  fuente de inspiración  fue la pedagogía liberadora del brasileño Paulo Freire. En esa idea, revisamos  el pasado, criticado el presente e imaginado el futuro.  La experiencia de 10 años nos llevó a la convicción de que la Escuela tiene que ser la antesala de la Democracia. Después fui electo presidente de la Asociación de Maestros. La necesidad más sentida de los maestros y las maestras fue la vivienda. Razón por la cual promovimos la campaña por “UN TECHO PROPIO A CADA EDUCADOR PARAGUAY0”.
En 1965 construimos la VILLA DEL MAESTRO de San Lorenzo, un esfuerzo que fue posible gracias al enfoque cooperativo, es decir solidario.
En la década del 1970 el gobierno argentino me concedió una beca para realizar los estudios de doctorado en Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de La Plata.  Al término del curso defendí la tesis: “PARAGUAY. EDUCACION Y DEPENDENCIA y sostuve que “en  el Paraguay la educación solo beneficia a la clase dominante y esta al servicio del subdesarrollo y la dependencia”.
Fui el primer paraguayo con el título de Doctor en Ciencias de la Educación, especialidad “Política de la Educacion”

DECLARADO “TERRORISTA INTELECTUAL”
 POR LAS FUERZAS MILITARES DEL CONO SUR

Cuando regresé de Argentina a Paraguay, el 26 de noviembre de 1974 fui secuestrado por la Policía política de la dictadura y fui llevado directamente ante un Tribunal  Militar (OPERACIÓN CONDOR) integrado por los Agregados Militares de Argentina, Brasil, Bolivia,  Chile, Uruguay  y también de  políticos y militares del  Paraguay. Durante treinta días fui sometido a bárbaras torturas, con técnicas aprendidas en  los cursos  llamados “científicos”  en la Escuela norteamericana de la Zona del Canal de Panamá. Por eso mis torturadores conocían los puntos más sensibles de mi cuerpo para hacerme sufrir más. La tortura es un ingreso al infierno y nadie regresa integro. La tortura genera una cadena de victimas que se extiende a la familia y a la sociedad.
 Este Tribunal Militar tipificó  mi delito de: TERRORISTA INTELECTUAL por mi trabajo realizado en el campo de la educación y por haber exigido salario justo y viviendas dignas a los educadores.
Mi  esposa, la educadora Celestina Pérez quedó detenida en el Instituto; la Policía política la llamaban por teléfono para hacerla escuchar mis llantos y alaridos. Estrategia que se prolongó por 10 días. En el décimo día a media noche la llamaron  para anunciar que el “educador subversivo” falleció y le ordenaron retirar el cadáver. La noticia le provocó un infarto y ella murió de dolor en diciembre de 1974... Confiscaron nuestros  bienes.
En la dictadura militar, la tortura física y psíquica se había convertido en una práctica cotidiana para sostener el sistema vigente y contribuir a extenderlo a otros países de la Región Suramericana bajo el pretexto de la “seguridad nacional” a instancias de los esquemas  vigentes de  durante la llamada Guerra Fría.
Luego de recorrer en calidad de prisionero, tres  años los centros de centros de tortura y por el delito de  haber alfabetizado a mis compañeros de prisión, fui remitido  al campo de Concentración Emboscada a 45 Km. de Asunción. En aquella época se quemaban los libros y era un grave delito pensar críticamente. En ese siniestro  lugar, resolví llevar a cabo una huelga de hambre que duró 30 días. Gracias a la enérgica acción del Comité Interiglesias de Paraguay (CIPAE) y de Amnistía Internacional recuperé mi libertad condicional, es decir relativa, en septiembre de 1977. Nuevamente fue detenido en  noviembre  y remitido a la Dirección Nacional de Asuntos Técnicas del Ministerio del Interior, llamada  “LA TECNICA” donde fui interrogado acorde las técnicas enseñadas por el experto norteamericano Robert K.Thierry durante los años iniciales de la dictadura a las fuerzas policiales de mi país. Esa primera escuela de asesinos  permaneció en funcionamiento desde 1956 al 1992.
Nunca fui comunista tampoco anticomunista. Apenas, fui  un reformista que trabajaba para mejorar la condición salarial docente...No había cargado mas armas que mis lápices para dibujar un Paraguay y una América Latina justo y solidario.
Tomé  conciencia que la cárcel es también una posibilidad en nuestro camino de la victoria. Físicamente me afectó la tortura pero salí de la cárcel con una moral de acero, convencido que los procesos sociales no se detienen ni con el crimen, ni con la fuerza.
Los gritos histórico reclamando justicia no pueden morir en la garganta del pueblo.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) gestionó y  logró mi condición de asilado político en la República de Panamá. El gobierno panameño  apoyó mi candidatura para un cargo de Consultor en Educación  para América Latina con sede en Paris en noviembre de 1978.
Luego me integré al Staff del personal de la UNESCO, Sector Educación hasta fines de 1992. En la práctica fui un EDUCADOR LATINOAMERICANO DESTERRADO AL SERVICIO DE LA UNESCO, investigando en Paris  durante los fines de semanas la existencia de la OPERACIÓN CONDOR, en las Revistas Policiales del Paraguay durante casi 15 años.
 Muchos desterrados  latinoamericanos fuimos acogidos a la sombra protectora de la UNESCO como Julio  Cortázar y Juan Gelman de Argentina, Miguel Soler Roca y Sonia Fernandez ,Uruguay, Fernando Laredo y Marcel Ramirez  de Bolivia, Mario Leyton  y Miguel Núñez de Chile, entre otros…
A través de la lectura de los documentos de la UNESCO tomé conciencia de la justeza de mi lucha y estoy convencido que  valió la pena comprometerme con la causa popular y soberana teniendo en cuenta la recomendación del entonces Director General de la UNESCO, AMADOU-MAHTAR M’BOW, quien nos decía: “Enseñar a cada uno a respetar y hacer respetar los propios derechos y de los demás y tener, cuando fuere necesario, el valor de afirmarlos en cualquiera circunstancia, incluso en las más difíciles: tal es el principal imperativo de nuestro tiempo” Paris, noviembre de 1980.
También los viajes de trabajo realizados tanto en América Latina como en África me permitieron comprobar el esfuerzo de la UNESCO a favor de una educación al servicio del desarrollo, la paz y la comprensión internacional.
La dictadura militar del Paraguay cayó en febrero de 1989 y regresé definitivamente al país en diciembre de 1992. Pocos días después, el 22 de diciembre, descubrimos con el apoyo de la Justicia y de la prensa nacional e internacional  tres toneladas de documentos en una Comisaría policial en las afueras de la ciudad  de Asunción. La prensa bautizó ese conjunto documental como “ARCHIVO DEL TERROR”  o de la “OPERACIÓN CONDOR”.

JUBILADO PERO ACTIVO

 Con mi segunda  esposa, María Stella Cáceres, argentina, también educadora y periodista y destacados Defensores de Derechos Humanos paraguayos,  creamos la Fundación “Celestina Pérez de Almada” de defensa y protección del Medio Ambiente y  de los Derechos Humanos.
Trabajamos estrechamente con la Oficina de la UNESCO en Montevideo, con la oficina de la UNION EUROPEA  y con varias representaciones diplomáticas acreditadas ante nuestro gobierno sin olvidar a las Fundaciones  “Cardinal Legar y sus obras “de Canadá,”Manos Unidas de España”, ONG ULOG de Suiza, IICO  y Ganzos Salvajes  de Holanda, Universidad Politécnica de Barcelona, entre otras.
En diciembre de 2002, recibí en el  Parlamento Sueco el Premio Nóbel Alternativo de La Paz  por nuestro trabajo en Derechos Humanos en América Latina.
En diciembre de 2005, recibí en Berlín el  Premio EUROPA SOLAR 2005, especialmente por llevar a cabo los programas de “alfabetización  y autoempleo con jóvenes campesinas con aprovechamiento de la energía solar y merienda en la Escuela con Energía Solar. El Jurado también destacó la importancia de nuestro trabajo en el sentido de vincular la Ecología con los Derechos Humanos.
El Programa  MEMORIA DEL MUNDO es una iniciativa de la UNESCO desde 1992 con el fin de promover la preservación y el acceso del patrimonio histórico documental de mayor relevancia para los pueblos del mundo, así como también, proporcionar el interés por su conservación entre los Estados Miembros.
Las organizaciones de Derechos Humanos junto con el gobierno de Paraguay presentaron  a la UNESCO la solicitud  para que  este conjunto documental, que tuve el honor de descubrir el 22 de diciembre de  1992,  tres  toneladas de documentos  sobre la represión en Paraguay  en el marco de la Guerra Fría sean declaradas como Memoria del Mundo.
Ese 22 de diciembre se abrió las puertas del pasado y por ella pudimos acceder a esa historia contada por los propios represores paraguayos y latinoamericanos. La asignación de esta categoría, protege precisamente el derecho de los pueblos a su identidad y su memoria, porque proteger su memoria, es ayudar a comprender el presente y  proteger su futuro. En el mismo momento del descubrimiento, un hecho absolutamente inusual hasta entonces en la historia universal, decidimos su inmediato traslado al edificio de los Tribunales.
Desde ese inicio, nuestro trabajo sin descanso fue salvaguardar físicamente, el archivo, al mismo tiempo abrir la documentación para las ciencias históricas, para la realización de la Justicia y por lo tanto, la reparación histórica y social  de las miles de personas y comunidades que fueron víctimas de la dictadura encabezada por Stroessner y del Terrorismo de Estado.
Un hecho a destacar: este conjunto documental favoreció la instalación de la Comisión de Verdad y Justicia establecida por ley y que luego de cuatro  años de labor( 2004-2008), confirmó los crímenes de la dictadura y produjo una serie de conclusiones y recomendaciones que se aplicarán favor del sistema democrático y de la generación de Cultura de Paz.
Actualmente,   en el sistema educativo paraguayo  se contempla la enseñanza de este tramo de la historia bajo el titulo :

“EL AUTORITARISMO EN LA HISTORIA RECIENTE”.

Hago público entonces, mi gratitud a la UNESCO por la declaración del Archivo del Terror o de la OPERACIÓN CONDOR del Paraguay como MEMORIA DEL MUNDO  y formulo mis sinceros  votos para que la UNESCO  siga siempre  protegiendo los derechos humanos  y  globalizando la esperanza.



Comentarios

Entradas populares