Querían matar en él a una generación, convocada por Hugo Chávez a la tarea más difícil y hermosa. Pero Robert Serra sigue hablando después de muerto y desde allí, señala en su gesto eterno a los asesinos. Lo quieren matar una y otra vez, y lo logran. Pero no del todo
Querían matar en él a una generación, convocada por Hugo Chávez a la tarea más difícil y hermosa. Pero Robert Serra sigue hablando después de muerto y desde allí, señala en su gesto eterno a los asesinos. Lo quieren matar una y otra vez, y lo logran. Pero no del todo
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