La derrota no es electoral

la derrota no es electoral 

La ex República Argentina libre, justa y soberana ha sido convertida nuevamente en un semi colonia a un nivel de sometimiento que no se conocía desde los tiempos de Pavón y de Mitre, no es un secreto. Resulta claro que ese resultado es producto del accionar directo de los enemigos del país que teniendo por retaguardia al imperialismo en sus versiones británicas, norteamericanas y europeas en su conjunto, ha tenido nombres y apellidos locales: Prebisch, Alsogaray, Krieger Vasena, Martinez de Hoz. Cavallo Macri y el mejor equipo de los últimos 50 años

Pero aquí cabe la pregunta: ¿Por qué esas minorías despreciables y conocidas pudieron actuar e imponer un proyecto que la Argentina y los argentinos históricamente han repudiado?

El general Perón manifestó claramente, como buen conductor militar que era, que es una estupidez culpar al enemigo de nuestras derrotas.

Por lo tanto es esencial establecer claramente cuál es la característica central de una derrota. Y cuando se habla de “derrota” no se refiere exclusivamente a derrota “electoral” ya que, dentro de un sistema colonial  el establecimiento de este sistema es la derrota misma, y poco importa ganar o perder una elección cuando el resultado solo se diferencia en el grado de daño que hace al país, pero que siempre resultará un daño.

Ese sistema es justamente lo que ninguna dirigencia cuestiona. Y esa dirigencia no es exclusivamente “corrupta”, algún sector es “honesto”, pero lo que si son, tanto corruptos y honestos, es ignorantes. Ignorantes “estratégico” por ignorar la propia historia, y con la colaboración de un periodismo venal ignorante “táctico” cuando carece de información o lisa y llanamente la oculta.

Y para muestra bastan dos botones, aunque podríamos poner una botonería completa.  Ayer por televisión le preguntaron a Randazzo cuál fue el presidente de la Primera Junta y contestó: “Castelli”. Sin comentarios. Día anterior en un programa de televisión sobre cuál era la otra especialidad que manejaba Belgrano: respuesta: arquitecto. Sin comentarios.

Es obvio que ese desconocimiento es la base del desconocimiento que el carácter de economista de Belgrano lo determinó a influir en el Plan escrito por Moreno, que a su vez determino que su aplicación por el dr. Francia sentara las bases de la grandeza del Paraguay y que sus principios junto a los desarrollados históricamente por Rosas, Roca e Yrigoyen fueron el corazón de la Constitución de 1949 y el norte de Perón. Hoy el peronismo oficial, hace rato dejo de ser nacional, específicamente desde 1976 dejo de serlo.

Es obvio que, una dirigencia que se ha pasado con armas y bagajes al gorilaje del 55, ha entregado la minería, para la cual el art. 40, de la aún válida Constitución del 49, sería un  impedimento.

Si a ello se suma el hecho central de la Deuda Externa, que oficialismo y oposición quieren pagar, deuda que no debemos, pero que tanto los sinvergüenzas de la llamada oposición como los empleados del FMI al estilo Guzmán, respaldados por los pordioseros mendigos que fueron a arrastrarse ante la burguesía imperialista europea, tanto como los rastreros del gobierno  anterior se arrastraron ante la burguesía norteamericana, es preciso decir que hoy solo se eligen los empleados gerenciales al parlamentito, y que su resultado es intrascendente si nuestro punto de referencia es el interés nacional, puesto que sin el nacionalismo económico la justicia social no es posible.

Y, sencillamente toda la dirigencia se ha olvidado en su concepto básico  que, sin la política de la Soberanía no hay salida.

Y justamente, por lo que decíamos más arriba: la batalla contra la ignorancia no es una batalla, sino una guerra cultural. No hablamos del “macrismo” genéticamente cipayo: hijo de Rivadavia  y Mitre, sino de los que supuestamente se “dicen” de este lado pero que, dejaron de lado a Scalabrini. para actuar ignorando que “no hay inversiones extranjeras” sino robo y fraude imperialista. Que no existe argumento válido para pagar lo que no debemos y que la única salida es no pagar: como lo hizo Venezuela con el apoyo de Roca; como lo hizo México con Benito Juárez contra Francia, Inglaterra y España, que terminó con el fusilamiento de los imperialistas, con muchos ejemplos más.

Baste decir que si la ignorancia marcha a todo vapor, la hija de putez de los opositores no les va en saga sumada a su natural ignorancia. Un ejemplo: la Hotton supuestamente sería votada por muchos antiabortistas, pero no ha circulado la información que tal espécimen colaboró con los abortistas de Hilary Clinton. No hago referencia al tema en particular, sino a la hipocresía de estos mentirosos sin principios, que lo son la mayoría.

Hay elecciones. Intrascendentes como son, porque gane quien gane, ambos quieren pagar, sea la aspirante a chetocrata de La Plata, el alfonsinista de Capital, la caradura que va por Capital luego de exhibir su caradurismo en la provincia y mentirosa serial de Heidi o el mecánico cerebral en la provincia. Por supuesto que no falta la nota graciosa: nunca se ha visto un oficialismo que quiera perder como lo hace el actual, aunque es probable que el Pueblo no le dé el gusto y le quite la excusa que “no puede gobernar” porque no tiene las mayorías necesarias. Las han tenido e igualmente no perdieron la oportunidad de hacer y decir sandeces.

Los grupos económicos usufructuarios económicos de la tiranía de Martinez de Hoz mañana permiten elegir “gerentes”. El tema no es ¿Qué candidato gana? Sino la decisión del Pueblo entre la falsa esperanza que haya solución o la decisión que se materialice la desconfianza en el conjunto. Gane quien gane, el Titánic va derecho al iceberg, y cambiar el rumbo hacia la grandeza del país, implica determinar que es inútil ponerle radar a una carreta o una turbina a un Ford T.

El Pueblo se hunde en el hambre y la desocupación, y las clases dominantes con sus empleados bailan en el Titanic. El generar esperanzas en “este” sistema es la tarea de esos eunucos y la peor trampa para ese Pueblo. Pero allí no está la tragedia. La tragedia solo podrá evitarse si esa falsa esperanza es reemplazada por la verdad sobre un  destino nacional ya demostrado posible con Roca, Yrigoyen y Perón y sus ejemplos de organización y audacia política. Ellos entraron al futuro avanzando, puesto que eso es imposible de hacer retrocediendo. Cuente los votos, y tanto los de unos como los de los otros solo tendrán una utilidad en los sanitarios.

 Claudio para FM 93,05 Villa Gesell